Su salida del “Grupo 5” fue silenciosa, a comparación del de otros vocalistas como Leonard León o Marco Antonio. Para los conocedores de cumbia, con el alejamiento de Guillermo “Memo” López el conocido “Grupo de oro” perdió una de sus principales voces. En su momento se evitó el escándalo, pero el cantante decide confesar ahora que detrás existe una historia de discriminación y maltrato hacia él, cuya voz hizo conocidos temas como “Me enamore de ti y qué”, “Eres mi bien”, “Motor y motivo”, entre otros.

En Youtube, páginas webs y blogs fans, conocedores del género tropical hablan de su salida y argumentan que los dueños del grupo natural de Monsefú ahora son elitistas, por marginar a una de sus mejores voces porque “no era bien parecido y media apenas metro sesenta”. Singular contraste cuando se trata del mismo grupo símbolo de una jornada anti-racismo porque una exclusiva tienda de ropa se quejó porque osaron usar sus prendas “de marca”.

No tenían pepa…
“Ahora prefieren a cantantes pintones…”, afirma “Memo” a LA PRIMERA, rompiendo su silencio. “Me sentí marginado por ellos, no me daban mi lugar. Esto ocurrió desde que el grupo comenzó a levantar vuelo, hacerse más conocido y el dueño (Elmer Yaipén) prefería las ‘caras bonitas’ para llegar a medios y a la popularidad. Poco a poco me hacían de lado, prefería a los cantantes más pepones”, comenta Guillermo.

“Memo” no aparecía en los afiches del “Grupo 5”, sino que era puesto a un lado del escenario y sólo era llamado para que cante sus temas. Como si su metro sesenta hiciera mella en la imagen de la agrupación.

“Sentía frustración y discriminación no sólo por el trato, sino también por el pago. De los vocalistas era el que menos ganaba, si tomamos en cuenta que el Grupo 5 es la agrupación del momento. Me pagaban sólo 180 soles por presentación. Me prometieron muchas cosas, pero no cumplieron, por ello me fui, ahora estoy en Armonía 10, donde me dan mi lugar”, indicó.

Aunque “Memo” no lo quiso comentar, se sabe que en las agrupaciones así como ganan mucho dinero, trabajan con demasiada informalidad. La mayoría de músicos no tienen beneficios y menos seguro.

“Estuve más de dos años, cuando me fui nunca me pagaron nada, ni las gracias me dieron a pesar que por nosotros, los cantantes, los grupos se han hecho famosos”, finaliza el joven norteño.